-
Demasiado Oro – Cara de Luna
- Narrado por: Víctor Prieto
- Duração: 1 hora e 3 minutos
Falha ao colocar no Carrinho.
Falha ao adicionar à Lista de Desejos.
Falha ao remover da Lista de Desejos
Falha ao adicionar à Biblioteca
Falha ao seguir podcast
Falha ao parar de seguir podcast
Experimente por R$ 0,00
R$ 19,90 /mês
Compre agora por R$ 22,99
Nenhum método de pagamento padrão foi selecionado.
Pedimos desculpas. Não podemos vender este produto com o método de pagamento selecionado
Sinopse
John Griffith London nació en San Francisco el 12 de enero de 1876. Hijo de un astrólogo ambulante, al que no conoció. Su madre era espiritista; se casó con John London unos meses después del nacimiento del niño, de quien el escritor tomó el apellido. Realizó estudios secundarios mientras trabajaba. London fue una gran autodidacta. Se formó leyendo incansablemente libros en la biblioteca pública de la ciudad. Realizó multitud de oficios que le resultaron muy útiles para sus novelas. En 1897 viajó a Alaska, en plena fiebre del oro. De regreso a su ciudad natal, comenzó a escribir los relatos de sus viajes. Su vida fue azarosa, llena de contradicciones; agitador político, dado al alcoholismo, con fracaso en sus dos matrimonios. London llegó a ser el escritor de más éxito de su país. Dilapidó grandes sumas de dinero. Escribió medio centenar de obras. Murió en 22 de noviembre de 1916 en Glen Ellen (California) a los 40 años, de una uremia. Hay biógrafos que aseguran que se suicidó con una sobredosis de morfina.
DEMASIADO ORO - CARA DE LUNA Demasiado oro (Too much Gold) Cuando Kink Mitchell y Hootchinoo Bill tienen noticia del descubrimiento de oro en Dawson emprenden una rápida carrera para hacerse con una concesión. En “Demasiado Oro” London resucita el viejo tema del estafador estafado. El hombre de la cicatriz ejemplifica con humor y suspense el castigo de la avaricia. Cara de Luna (Moon-Face) es un relato sobre el odio malsano entre un hombre taimado y un hombre bonachón y feo con cara de luna cuyo único error es reír abiertamente frente al otro. En este cuento, los animales son utilizados como medio para entristecer y matar al alegre y optimista John Claverhouse, con una perra amaestrada para correr, que le distrae en el momento en el tenía usar la dinamita.