-
Eso no estaba en mi libro de Historia de la Literatura
- Narrado por: Ángel Aijón
- Duração: 7 horas e 56 minutos
Falha ao colocar no Carrinho.
Falha ao adicionar à Lista de Desejos.
Falha ao remover da Lista de Desejos
Falha ao adicionar à Biblioteca
Falha ao seguir podcast
Falha ao parar de seguir podcast
Experimente por R$ 0,00
R$ 19,90 /mês
Compre agora por R$ 44,99
Nenhum método de pagamento padrão foi selecionado.
Pedimos desculpas. Não podemos vender este produto com o método de pagamento selecionado
Sinopse
¿Sabías que Esquilo tuvo la muerte más tonta de la Historia, que la lengua de Cicerón acabó colgada en el Foro de Roma, que Dante se dormía en mitad de una frase y Maquiavelo no era tan «maquiavélico»? Pero aquí no acaban las jugosas historias de los grandes maestros de la literatura. Casi nadie recuerda que Jonathan Swift anticipó las computadoras de Silicon Valley, que a Victor Hugo le apasionaban los toros, que Larra se enamoró de la amante de su padre, que Valle-Inclán mantuvo una intensa amistad con el hombre que le arrebató un brazo, que H.G. Wells era un distinguido ladrón de sombreros... o que unos sencillos pollos salvaron la vida del mítico Truman Capote. «La técnica de Cicerón era tal que, al estilo de los antiguos sofistas griegos, era capaz de defender una postura y, 15 minutos después, la contrariar». A los escritores se les juzga por sus obras, pero nunca está de más conocer a las personas que se ocultan detrás de la pluma. En estas páginas encontramos por riguroso orden cronológico la «Cara B» de la Literatura Universal. Las grandezas y las viles miserias cotidianas de los reverenciados autores que estudiamos, leemos y admiramos. Abordar este audiolibro puede variar nuestra forma de disfrutar y entender la literatura, al tiempo que logra arrancarnos un buen puñado de sonrisas.
«Un maestro en el viejo arte de instruir deleitando». Miguel Ángel Almodóvar. «Gracias a Lorenzo Gallardo y sus amigotes escritores he convertido mis viejos libros de historia de la literatura en combustible para la barbacoa». Carlos Faemino.