La política del tiempo
Tomar el control en la era de la incertidumbre
Falha ao colocar no Carrinho.
Falha ao adicionar à Lista de Desejos.
Falha ao remover da Lista de Desejos
Falha ao adicionar à Biblioteca
Falha ao seguir podcast
Falha ao parar de seguir podcast
Experimente por R$ 0,00
R$ 19,90 /mês
Compre agora por R$ 24,99
Nenhum método de pagamento padrão foi selecionado.
Pedimos desculpas. Não podemos vender este produto com o método de pagamento selecionado
-
Narrado por:
-
Santiago Gómez
-
Simon Gómez
Sobre este áudio
Del reconocido economista internacional Guy Standing llega La política del tiempo, una historia de gran erudición que explora la politización del tiempo y nos muestra el camino para reclamarlo.
El tiempo siempre ha sido político. Los poderosos han definido y controlado nuestra manera de usarlo a lo largo de la historia, y continúan haciéndolo hoy en día. Pero es posible recuperar el control de nuestro tiempo y, en La política del tiempo, el pionero economista Guy Standing nos muestra cómo.
Los antiguos griegos organizaron el uso del tiempo en cinco categorías: el trabajo independiente, la actividad laboral, el recreo, el ocio y la contemplación. Para ellos, la laboral era una actividad onerosa, y valoraban mucho más el ocio, el cual, entendido como sjolé, abarcaba también la participación en la vida pública y la educación de la persona.
Desde la Revolución Industrial, sin embargo, el capitalismo ha invertido esta valoración. Actualmente se considera que nuestra actividad laboral es lo que da sentido a nuestra vida y que el resto de horas son simplemente tiempo "libre". Así, los políticos priorizan el empleo por encima de todos los demás aspectos que conforman una vida buena y, en el nuevo contexto de incertidumbre crónica, las enfermedades mentales son cada vez más frecuentes y a muchas personas (en particular, a las más vulnerables y a los miembros del precariado) se les roba cada vez más tiempo.
No obstante, Guy Standing nos muestra otro camino: podemos recobrar el control de nuestro tiempo. Para ello, debemos fortalecer el verdadero ocio y la colaboración (pro)comunal para crear una nueva política del tiempo que no solo nos libere, sino que, a su vez, contribuya a salvar el planeta. Y, lo que es más importante, debemos hacerlo juntos.