En medio de las protestas que sacuden a gran parte de Europa, todas las miradas se vuelven hacia el campo y sus protagonistas, los agricultores. Detrás de estas manifestaciones se esconde una compleja red de preocupaciones, desafíos y demandas que giran en torno a la política agrícola, la gestión de cultivos, los acuerdos comerciales y la sostenibilidad ambiental.
Para comprender mejor esta situación, nada mejor que escuchar la voz de Tomás García Azcárate, un economista especializado en la Política Agrícola Común (PAC) y en mercados agroalimentarios, cuya trayectoria de 30 años en la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea le otorga una perspectiva única sobre los acontecimientos actuales. Además, García Azcárate es ahora mismo vicedirector del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC.
En este podcast de agricultura, García Azcárate comparte sus reflexiones sobre el presente y futuro de la agricultura europea. Asegura que, si bien, los agricultores comprenden la necesidad de adaptarse y mitigar el cambio climático, así como de adoptar prácticas agrícolas más sostenibles, se sienten incomprendidos por un sistema que parece alejado de sus realidades y que demanda cambios sin ofrecer alternativas viables.
Una de las principales preocupaciones radica en la velocidad de los cambios exigidos y la falta de alternativas prácticas. García Azcárate subraya que los agricultores estarían dispuestos a abandonar el uso de pesticidas si se les ofrecieran alternativas realistas y disponibles. Sin embargo, imponer metas como reducir el uso de productos fitosanitarios en un 50% para 2030 sin ofrecer soluciones concretas solo genera rechazo y confusión en el sector.
Cómo regula Europa la importación de terceros países
Otro punto de tensión es la política de importaciones de productos agrícolas de terceros países. Si bien estos deben cumplir con ciertos estándares de seguridad alimentaria, las condiciones de producción pueden variar, lo que plantea desafíos en términos de competencia desleal y calidad.
García Azcárate destaca la importancia de garantizar que los productos importados cumplan con normativas equivalentes a las europeas, aunque reconoce las dificultades en la certificación de dichas condiciones de producción en algunos países.
En cuanto a las diferencias normativas entre los países miembros de la Unión Europea, García Azcárate aclara que, en general, las regulaciones son homogéneas. Sin embargo, admite que existen casos en los que algunos países, como Francia, imponen restricciones más estrictas, lo que puede generar tensiones en el mercado único europeo. En relación con los acuerdos comerciales, el experto señala que estos son negociados por la Unión Europea en base a un mandato de los países miembros, aunque su ratificación requiere el consentimiento tanto del Consejo como del Parlamento Europeo.
Estos acuerdos suelen implicar la eliminación gradual de aranceles en ciertos productos, buscando un equilibrio entre el libre comercio y la protección de los intereses europeos. García Azcárate destaca que la situación actual combina un mercado agrícola europeo libre pero que a la vez está controlado.
Destaca que la agricultura europea ha cosechado beneficios con la apertura de los mercados, pero reconoce que este proceso ha afectado de manera desproporcionada a los pequeños y medianos agricultores. En un mundo cada vez más tecnológico y globalizado, el experto enfatiza la importancia de la cooperación y la asociación entre los agricultores para enfrentar los desafíos futuros.
En resumen, la entrevista con Tomás García Azcárate ofrece una visión esclarecedora sobre los desafíos que enfrenta la agricultura europea en la actualidad. Su experiencia y conocimientos proporcionan un marco sólido para comprender las complejidades de un sector vital para la economía y el bienestar de Europa.
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