• Somos casas.
    Nov 22 2024

    De los 8 mil millones de habitantes de este mundo, más del 20 % alquila.

    En Estados Unidos hay 102 millones de inquilinos.

    El 61 % de los suizos, alquila. Los siguen en el ranking, alemanes y dinamarqueses.

    En Argentina, el 34,5 % de las viviendas son alquiladas.

    Los que se divorcian, incrementan la demanda de vivienda.

    Los hijos, cuando se van de la casa, Cerca o lejos y cada vez más tarde, también.

    Los que eligen vivir solos, más.

    Sumale las casas que están vacías y en el vecindario nadie sabe nada.

    – ¿El dueño se murió?

    – No. Me parece que se fueron a España.

    Pensaba que ya no se debería decir más eso de que la familia es la célula de la sociedad. No es la familia, ¡son las casas!

    En la vida de una casa, la familia es un ratito, que termina en geriátrico, conflicto, sucesión y venta.

    Hoy, los jóvenes no se van de la casa familiar para formar otra familia, cosa que, según las tendencias actuales, tal vez nunca les suceda. Se van a por el espacio propio.

    Desde la época de las cavernas, tener donde pasar la noche es la principal preocupación de los humanos. Con quién la vas a pasar, es un tema secundario.

    Cuando uno viaja, visita ciudades o pueblitos y ve casas. Describe esas casas. Fotografía esas casas.

    Conservadas, bombardeadas, humildes, palaciegas.

    El altillo del pintor, el búnker del paranoico, la cabaña de troncos de Daniel Bone.

    La del primer chanchito, la del segundo y la del tercero.

    Al final, la humanidad somos casas.

    Casas que son el sueño cumplido de alguien, que otros le van a seguir soñado mientras duren en pie.

    ¿Te has preguntado quién va a vivir en tu casa dentro de 50 años, o 100?

    En esa famosa estrofa del poema Límites, Borges dice:

    Si para todo hay término y hay tasa

    y última vez y nunca más y olvido

    ¿quién nos dirá de quién, en esta casa,

    sin saberlo nos hemos despedido?

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  • Gotera.
    Nov 9 2024

    Tengo una gotera en mi techo que, curiosamente, se manifiesta sólo los días de lluvia. ¿Sobrenatural? Puede ser.

    El caso es que, en los días de sol, no me acuerdo de subir al techo para encontrarla y arreglarla, aunque sí tengo comprado todo el kit de HAGALO USTED MISMO para resolverlo.

    Los días lluviosos tienen eso.

    A mí me encantan. Tienen esa magia de hacer aparecer todas las goteras del techo y las del alma también, (no creo en el alma, pero de alguna forma hay que nombrar lo que no aparece en las autopsias, ¿no?).

    Y si el alma te gotea, sólo en los días de lluvia, no es como para pedir un sobre turno urgente a tu analista. Es sólo ese ratito.

    Yo hago lo mismo que con las del techo. Corro todo lo que se puede arruinar, pongo un balde justo abajo y las escucho sereno, sin pretender modificar nada. Las dejo que se expresen.

    ¿Viste que, casi siempre, el cielo acompaña en los sepelios?

    Ok. La gente se muere sin averiguar el pronóstico y se muere todos los días.

    No es una estadística, es una de esas coincidencias que he vivido entre cielos grises, momentos grises y ánimos grises.

    También me ha pasado, como hoy, que la lluvia me pone en plan sereno y, a pesar de las goteras, me hace sentir que todo está bien así.

    Y, encima, a lo mejor, en un rato sale el sol.

    Mirá lo que dice de la lluvia Roberto Juarroz, un poeta, claro.

    Los diferentes ángulos de la lluvia
    nos distraen de la más íntima
    naturaleza de la lluvia:
    caer siempre perpendicular a algo.

    Así a veces cae perpendicular al corazón,
    pero el corazón tiene miedo
    y escapa de todas las perpendiculares.
    Otras veces cae perpendicular a los muertos,
    pero los muertos ya no aciertan ninguna geometría.

    Y otras veces cae perpendicular a la noche,
    pero la noche la abraza como un surtidor por todas partes.

    Sin embargo la perpendicular de la lluvia,
    para cumplir su llamado,
    no necesita ni siquiera una línea,
    sino tan sólo un punto donde poder caer
    y hundirse plenamente.

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  • La tristeza "garpaba".
    Oct 28 2024

    No conozco nada de la música de los pibes, pero de lo poquito que escucho, parece ser que no hay mucha tristeza ni melancolía.

    Ponés canciones tristes para sentirte mejor, decía Cerati.

    (Menos mal que la tristeza no se medica.)

    ¿Seremos los últimos melancólicos?

    Spotify me tiró una seguidilla de temas de Serrat que “madre mía”.

    Bellos. Poéticos. Pero un bajonazo.

    Ese tema a Manuel, que era mendigo a jornal fijo. Que trabajaba, sudando y llorando, por un mendrugo,. Que enterró a la mujer, embarazada, y se ahorcó del olivo del amo y con la soga de esparto, también del amo.

    Sumale Pueblo blanco, Soneto a mamá, el Romance del curro, Decir amigo y Aquellas pequeñas cosas…

    Upalala. Pal corchazo.

    Escuchás, hoy, esas canciones y se te arruga el corazón, aunque la memoria emotiva de cuando las escuchaste por primera vez, no coincida.

    Eran de cuando nos reíamos de todo y mucho, con la vida liviana.

    Las canciones tristes eran un éxito.

    Aprendimos a sufrir por lo que todavía no nos pasaba.

    ¿Estábamos aprendiendo a empatizar?

    Cuando veíamos a nenes como nosotros, en GRANDES VALORES DEL TANGO, interpretando, muy serios, letras de traición y desamor y borracheras para olvidar, ¿nos daríamos cuenta de que lo que decían sufrir, no coincidía con un cuerpito de niñito, aunque tuvieran trajecito y moñito?

    Será por eso que seguíamos siendo mercado para la música bajón.

    Pienso que somos la última generación de los que tenían el árbol genealógico lleno de historias tristes, duras, dramáticas. Con barcos, despedidas incompresibles y resignación de prepo.

    Hoy también se sufre, obvio. Tristeza nao tem fin…

    Pero la culpa la tiene el sistema, no la vida.

    Y el desamor o la muerte de los que querés o no llevarte bien con el mundo, es simplemente un problema de “gestión de las emociones”.

    Te lo resuelve un librito de autoayuda o un psicólogo por Instagram.

    La música es toda rítmica y se baila a puro pubis.

    Y las distancias se resuelven con una video llamada.

    De melancolía, nada. ¿Mejor así, no?

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  • Vivir 554 años, holgadamente.
    Oct 17 2024

    Jeff Bezos, el dueño de Amazon y Blue Origin y otras, despilfarrando un millón de dólares por día, demoraría 554 años en “quedarse seco”.

    El resto de la humanidad, vivimos como ese viejo chiste del tipo que dice que, con lo que tiene, puede vivir sin trabajar hasta que se muera, siempre y cuando la muerte aparezca antes del próximo lunes.

    Michel Pfeiffer, hace de viuda de un millonario en SALIDA FRANCESA, una linda peli. Cuando el contador le dice que sólo le queda su depto. en New York, pero lo tiene que vender o se lo embargan por deudas, ella, que vive en una nube de flatos, dice: “algo salió mal, tenía que morirme antes de quedarme sin plata”.

    La plata es imprescindible y es un anhelo y un deseo y un desvelo para sobrevivir. En esta vida, la plata es lo más importante. Y cuando se dice que lo más importante es la salud, yo entiendo que se está diciendo que ojalá no tengas que pagar tratamientos médicos.

    “La verdadera ventaja del dinero es que te permite dejar de pensar en el dinero”, dice Paul Auster en su novela LA MUSICA DEL AZAR.

    Lo que me confunde es que, los que creen en la otra vida, ya sea arriba de nubes o nuevamente unidos al cosmos, no le pongan un poco de coherencia al discurso.

    El Papa de ellos, sale a hablar de la pobreza y le dicen que no sabe de economía. Que no se meta en eso. Que habla de los pobres porque es “peronista”. Y se lo escucho decir a catoliques, apostóliques, romanes.

    ¿Y me querés decir de qué va a hablar el Papa, que tiene como fundador de la multinacional a un tipo al que crucificaron por decir que “es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre al reino de los cielos”?

    Ok. Es probable que este Jesús fuera un exagerado, así le fue, pero que esté fuera de discusión, en estos tiempos sin escrúpulos, la obscena multimillonariedad de los multimillonarios, es un poco fuerte. Amén.

    #jeffbezos

    #paulauster

    #lamusicadelazar

    #michelpfeiffer

    #salidafrancesa

    #papaperonista

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  • Azafata gurú.
    Oct 10 2024

    No entiendo por qué nadie le da pelota a esas indicaciones que te pueden salvar la vida o, por lo menos, mantenerte ocupado mientras el avión se estrola contra el planeta.

    Yo debo ser el único que la mira y lo sé porque la azafata hace contacto visual conmigo y me la cuenta toda a mí. El resto mira su teléfono aunque ella ya dijo que lo pongan en modo avión. Y bué.

    Hay una frase que siempre me impacta.

    COLOQUESE USTED PRIMERO LA MÁSCARA ANTES DE ASISTIR A ALGUIEN.

    Clarísimo!

    Nadie puede ayudar a nadie si no está bien él mismo, primero.

    Imaginate la cantidad infinita de gente que se tiene que hacer cargo de otra gente, o de niños, y anda como el culo.

    Y viste que cuando la gente anda mal se le nota. Aunque le ponga garra.

    Y, casi siempre, el que anda disconforme con su propia vida, repite frases grandilocuentes que quiere escucharse o baja líneas de lo que no está convencido ni aplica en su diaria.

    Ser humano es ser contradictorio, dicen.

    (Siempre me llamó la atención que los curas dieran cursos pre matrimoniales.)

    El egoísmo tiene mala prensa.

    Pero pensar en uno y priorizarse y saber lo que no se quiere, aunque no se sepa muy bien lo que se quiere, nos permite andar un poco más livianos por la vida. Y te diría que eso te califica como para ayudar a los demás a acarrear los bultos existenciales, junto con los tuyos.

    Ahora, la azafata camina por el pasillo, tranquila, como si no hubieran diez mil metros debajo de sus pies. Me tranquiliza verla.

    Tengo ganas de decirle que todo lo que dijo recién con mímicas, ha sido una parábola reveladora.

    Que ante las turbulencias de la vida hay que ajustarse el cinturón y quedarse en el lugar. Que si pasa algo desesperante, por el medio, por adelante o por detrás, siempre hay una salida. Y recordar que al salvavidas, aunque lo tengamos a mano, hay que inflarlo solito. Y lo de priorizarse, superior.

    Bueno…

    Falta una hora y media para aterrizar.

    Espero que no caigan las máscaras.

    (Uy… otra contradicción)

    #instruccionesenvuelo

    #azafata

    #priorizarse

    #elegoismotienemalaprensa

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  • Cerati y yo.
    Oct 2 2024

    En los ’60, la mamá de Cerati le regaló una guitarra criolla marca Antigua Casa Nuñez. Le veía condiciones para la música.

    Igualito que a Cerati, en los ’60, mi mamá me regaló una guitarra criolla marca Antigua Casa Nuñez. Me veía condiciones para la música.

    En una nota que le hacen, a la hermana de Cerati, aparece una foto de él, sentado en la cama con la guitarra. Tengo una foto en la que aparezco exactamente igual, con esos esqueletitos de los 9 años y una guitarra que parece gigantesca.

    Se decía que en los ’60, en la Argentina, había una guitarra por casa.

    Mal que mal, todos sabemos poner los dedos para un MI mayor, LA mayor y RE mayor.

    Y, la mayoría, nos dimos cuenta a tiempo de que no íbamos a superar esa perfo.

    ¡Es imposible! Decía el personaje de Capussotto, que quería conseguir “minitas” con la guitarra.

    Todos, pero todos, todos, todos, hemos querido ser músicos.

    No sé por qué. Para colmo, todavía no se sabe de dónde vino ni qué es la música. Esa cosa etérea que flota en el aire y revolea los ánimos, tanto para arriba como para abajo.

    Para el pesimista de Shopenhauer, la música era un gran recurso para soportar mejor la penosa tarea de existir. Y también, la mejor vía para expresar en qué consiste el universo, con más precisión que la palabra y que la reflexión.

    Es muy loco cuando escuchás a las estrellas del deporte mundial coincidiendo en que hubieran querido ser cantantes.

    ¿Por qué será?

    Obviamente, no es lo mismo que miles te griten un gol por domingo a que millones canten tus canciones por toda la eternidad. Pa’ colmo, a los 35, los deportistas son famosos obsoletos. Pero bue, ese es otro tema.

    A Gustavo Cerati y a mí nos regalaron la misma guitarra porque nos intuyeron las mismas condiciones.

    Yo no le di, a mi madre, la gran alegría de confirmarle su intuición, pero, por lo menos, no le dí la más grande de las tristezas, la de morirme antes que ella. (Mirá vos en lo que le gané a Cerati, si seré pelotudo...)

    #cerati

    #ceratiniño

    #todosqueremoscantar

    #shopenahuerylamusica


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  • Y me sigue pareciendo que es por ahí.
    Sep 25 2024

    Siempre que veo niños en la tele, me acuerdo de ese capítulo de LA NIÑERA en el que un nenito, de esmoquin, se acerca a la mesa de la malísima de la señorita “BABOK” y le hace una rutina cortita de tap y la muy guarra lo empuja y le dice: – Sal de aquí, niño sin talento!

    Gran chiste, pero tremendo. Pero bueno, esos niños, como tantos, son estimulados por los padres para que desarrollen los talentos que ellos ven o quieren ver o, en todo caso, para que hagan lo que quieran.

    Aunque parezca imposible de imaginar, los sesentones también fuimos niños pero de los de antes.

    Nos grababan desde la primaria ese “Serás lo que debas ser o si no, no serás nada”.

    Guau. Nada. Es muchísimo eso, no? Serás Nada! Uf. Muy “jevi.”

    Pero quien le iba a discutir a un megalómano con suerte como San Martín.

    – Che, Prócer, dame un par de ejemplos de eso de no ser nada! – le dirían los pibes de hoy.

    Para nosotros, el menú para no “ser nada” se reducía a media docena de carreras universitarias y dos más vocacionales, ponele, con salida laboral inmediata, como cura o militar.

    Un amigo mío, que tiene un mellizo y al que siempre me confundo, una vez me dijo:

    – No, no, mi hermano es el ingeniero. Yo no soy nada.

    Tantas, pero tantas son las opciones de los pibes de hoy que no sólo San Martín estaría desconcertado. Son los mismísimos padres de hoy los que no saben de que va el “deber ser” de los hijos.

    Es que la división del trabajo se recontra atomizó. Y lo que para ellos es una pelotudez, para los chicos es una vocación.

    – Y qué hace tu hijo?

    – Nada, estudia para sommelier de quesos. Se recibe este año. Dios quiera.

    Ta todo bien!

    “No te preguntés que querés SER sino qué querés HACER cada día de tu vida”, escuché que le decía, la madre de mi hija a mi hija, en aquellos rarísimos tiempos de padres de adolescenta.

    Y me sigue pareciendo que es por ahí.

    En todo caso, se sobrellevan mejor los fracasos haciendo lo que te gusta que los éxitos en lo que no te gusta.

    #laniñera

    #babok

    #sanmartin

    #hacerloquetegusta

    #niñossintalento

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  • Rutina viene de Ruta
    Sep 17 2024


    Vos sabías que la palabra rutina viene de ruta? Yo no.

    Yo me di cuenta hace poquito.

    (Ya me había pasado con Venecia y Venezuela y con Jara y jarillla. Pero bue, cosas que me pasan)

    Es terrible que rutina venga de Ruta.

    Porque quiere decir que uno usa una rutita para transitar una vida chiquita con destinos cortitos y que quedan cerquita.

    Todo pequeño, repetitivo, ni malo ni bueno, eso.

    Dice el diccionario etimológico que ruta proviene del verbo latino rumpere, romper, que nos llegó a través del francés route. La relación entre romper y ruta es que, en el latín vulgar, se decía rupta via ‘camino roto’ con el mismo sentido con que hoy decimos “abrir un camino”.

    Y una vez que el camino está abierto y es recorrido muchas veces se convierte en una rutina, que se refería, inicialmente, a una ‘ruta muy frecuentada’. Hoy denota ‘hábito adquirido’ o ‘costumbre de hacer las cosas sin necesidad de pensar en ellas’.

    Entonces entendés por qué es tan difícil salir de la monotonía.

    O, peor, por qué todo lo que hacemos se puede volver rutina.

    El cerebro es vago y busca el camino fácil, dicen las neurociencias.

    Lo tremendo es que lo nos gusta también se puede volver rutinario.

    “Al lugar donde fuiste feliz no debieras tratar de volver”, dice Sabina.

    Y la rutina en el sexo?

    Anaïs Nin, la escritora francesa, amante de Henri Miller, amiga de Dalí y de Artaud y pionera de la literatura erótica femenina decía, hace cien años:

    El sexo no prospera en medio de la monotonía.

    Sin sentimientos, sin invenciones, sin el estado de ánimo apropiado, no hay sorpresas en la cama. El sexo debe mezclarse con lágrimas, risas, palabras, promesas, escenas, celos, envidia, todas las verdades del miedo, viajes al extranjero, caras nuevas, novelas, relatos, sueños, fantasías, música, danza, opio y vino.

    Tá fácil, no?

    Muchos ven un gran curro en esa tendencia de usar “juguetes eróticos” para recuperar el deseo perdido en la pareja. Ponele.

    Los juguetes y los disfraces y todo eso funcionan, pero con una pareja nueva! Sirven en la ruta del deseo, no en la rutina.

    Hoy, en muchos hogares, el kit del porno shop, está guardado junto a la amoladora, al tecladito Casio, la bici fija y la maquinita para masa madre y todo lo que te compraste porque te tenías fe.

    Bueno, amigues. Parece ser que la rutina nos tiene atrapados.

    Habrá que salir a la ruta y empezar a “hacer dedo.”

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